“Avidas Pretensiones”. Fernando Aramburu. Seix Barral 2015. Premio Biblioteca Breve 2014
¿Alguna vez habéis leído un libro que os cae profundamente antipático de inicio, sabiendo que no vais a ser capaces de abandonar su lectura? ¿Un libro cuya trama os parece un auténtico bodrio falto de todo interés y atractivo? ¿Un libro del que sospecháis que su autor lo ha escrito con el único propósito de hacer un ejercicio de virtuosismo literario, convencido de que los lectores no serán capaces de abandonar? Esa ha sido mi experiencia con “Ávidas pretensiones”.
La trama: La celebración de unas Jornadas poéticas en una casa de retiro espiritual, a las que acuden un selecto grupo de poetas necesitados de medrar: personajes patéticos y ridículos, a cuál de todos más cretino (y cretina). Una sucesión de enredos cargado de testosterona y libido estereotipada con un final más que previsible, al más puro estilo sainete del siglo pasado. ¿Pantomima del mundo literario? Quisiera pensar que muy distante de la realidad.
Y así más de cuatrocientas páginas. Y todo el tiempo repitiendo ¡y qué bien escribe el condenado!, embobada en la construcción de las frases, en el manejo del lenguaje. Incapaz de abandonar. Leer por el placer de leer.
Nada que ver con “Patria”, tampoco con “Los peces de la amargura” o “El vigilante del Fiordo”, salvo por la escritura magistral.
CUADERNO DE UNA SETA 
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