El nombre de Jaume Plensa, lo escuché por primera vez a la artista Carmen Caldes, y me picó la curiosidad. Hace ya unas semanas visité la exposición de este artista, en la Ciutat de les Ciencies i les Arts, y me impresionó. Soy poco entendida en cuestión de las Artes Plásticas, me muevo por el «me dice o no me dice nada».
Son siete cabezas, con nombre propio, siete metros de altura y siete mil kilos de hierro cada una. Según he podido leer, la exposición, cortesía de la Fundación Hortensia Herrero, es un homenaje a la «feminidad».
La visita da para 15 minutos, o para 15 días, según las vueltas que le quieras dar a cada figura, al estanque o a todo. Según las perspectivas que quieras ver, las conversaciones entre las figuras y el entorno que pretendas adivinar.
Me impresionó la capacidad para plasmar tanta serenidad en esas moles de hierro; la sensación de diálogo y de suavidad que desprenden esos mastodontes preciosos.
La exposición se puede visitar hasta el 3 de noviembre. Vale la pena acercarse.
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