Fachada en #Xàtiva.
Cuando se dieron cuenta, los cables habían cubierto todas las fachadas, tapando incluso las puertas y ventanas de sus casas. La gente a malas penas lograba atravesar ya la maraña de hilos negros para entrar o salir de sus viviendas.
La marea de cables lo invadía todo, subiendo de las calles principales, a las estrechas callejuelas de la ciudad vieja.
Nadie recordaba ni quién ni en qué momento había autorizado a las compañías eléctricas y telefónicas a apoderarse de parte de sus viviendas.
Muchos, aislados y solos, todavía guardaban la íntima satisfacción de creerse conectados e hipercomunicados.
Y siguen:
Y sin embargo es posible no llenar las ciudades de cables. Ejemplo: Trier (Alemania)
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