El rellano del ascensor oficia de sala de espera atiborrada de gente.
Entradas y salidas, movimiento.
Saludos amables, ¡Qué alegría! ¿tu también?
Conversaciones, risas, susurros, silencios.
¡Fulanita de tal pase a consulta!, la megafonía desgrana nombres y apellidos en medio del barullo.
Pañuelos, batas blancas, carros, bastones, sillas de ruedas.
Confluencia en la vulnerabilidad.
Esperanzas, miedos, éxitos y derrotas.
Soledades y compañías.
Paciencia.
El ascensor abre y cierra puertas, sube y baja, metáfora de la vida.
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