MALA IDEA

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Despidiendo la navidad

– “Se lo dije, no es una buena idea, se lo dije”, se escuchaba por toda la escalera.

La policía irrumpió en la vivienda, abriéndose paso entre vecinos curiosos y las personas que se amontonaban en el rellano con cara de haber visto al mismo demonio. Alguien les había llamado hacía apenas unos minutos.

Del interior salía un ruido estruendoso y gritos que sonaban a súplicas: ¡Déjalo Paco, déjalo, no le pegues más, déjalo Paco, por Dios, déjalo!.

Avanzaron hasta llegar al salón, donde un hombre fuera de sí repetía un grito angustioso “Se lo dije, no es una buena idea, se lo dije”, mientras lanzaba golpes con un cuchillo  de grandes dimensiones destripando lo que en algún momento debió ser el árbol de navidad de la familia.

Las piezas del belén rodaban descabezadas sobre lo que sólo eran restos de un nacimiento acolchado en musgo.  No quedaba en la mesa ni una sola botella ni una copa que no se hubiera derramado.  El olor a vino empezaba a impregnarlo todo, añadiendo a la escena cierto aroma tabernario.

Durante unos minutos los dos policías intentaron hacer desistir de su actitud al hombre que empapado en sudor y llanto, daba vueltas por el salón, mirando el cuchillo que portaba. El intento concluyó con uno de los policías abalanzándose sobre Paco, que agotado por el esfuerzo sólo se dejó hacer.

Resoplando, uno a uno, los del rellano fueron entrando de nuevo en la vivienda. Los vecinos  de la escalera se dispersaron.

-¿Si te avisó por qué no le tomaste en serio? –inquirió el más mayor a la chica que lloraba en el sofá, mientras los demás se afanaban en recoger los restos esparcidos de todo lo que pretendió componer una celebración.

-¿Cómo iba a pensar que era verdad? – contestó arrancando un llanto desconsolado.

– No es una buena idea. Se lo dije cientos de veces en aquellas últimas semanas, pero desde el principio lo tomó a broma.  ¿Cómo no lo iba a saber ella? ¿Cómo dice que no notó nada, si llevamos meses viéndonos a solas? – Le repetía Paco una y otra vez a su abogado, tras el cristal del locutorio. ¿Cómo se le ocurre empeñarse en presentarme a su familia el día de Navidad? ¿Cómo se me ocurrió a mi ceder?.

9-01-2018

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