Escribe en torno a una estación… y surge la imagen de la estación de Xàtiva y el bombardeo por los aviones nazis de los trenes cargados de soldados en retirada a sólo unos días del final de la guerra.
Otra «Guernica» poco conocida.
Los gritos lo llenaban todo.
Los vagones no volverán a recorrer las vías destartaladas. Han saltado por el aire escupiendo su pasaje. Alaridos y llantos se suman a la miseria, las heridas, los fracasos y los sinsentidos de los vencidos que huyen de la tierra conquistada por el enemigo.
Escucharon de lejos el vuelo de los cuervos de metal, cargados de maldad y de muerte.
Presintieron cosecha de sangre y muerte. Nada pudieron hacer.
Sonó el silbato del jefe de estación por última vez rasgando el estruendo de pánico.
Zumbidos y estallidos de bombas: una, dos, tres…, veinte. Humo. Un segundo de silencio.
Hierros torcidos, cuerpos mutilados, uniformes despedazados, ojos abiertos, cartas de amor esparcidas, petates vacíos, relojes rotos. Desolación.
La estación quedó deshecha.
Nadie esperaba ya a nadie. Nadie despedía a nadie.
Días después acabó la guerra.
2/08/2017
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