Este blog nació hace ya cuatro años, como un cuaderno en el que recoger un poco de todo, a modo de borrador. Sin grandes pretensiones.
Un block de hojas en el que compartir la experiencia personal, la reflexión, la crítica, la risa, la ternura, la amistad, las lecturas, el viaje, el buen comer, la actualidad, el debate político y un largo etcétera. Ojalá sea siempre una ventana abierta a la vida y a la alegría.
Un block como oportunidad para hablar más de las cosas que dan sentido a la vida y nos ayudan a no tirarnos contra la alambrada (V. Frank dixit). Las palabras y la belleza son las alas que nos elevan frente al sometimiento y la rendición personal.
“Seta”, “setona”, “setarda”, eran expresiones que mi abuela utilizaba habitualmente cuando quería referirse al poco “aje”, la gandulería, la falta de aire, el poco espíritu de alguien (generalmente mujer).
Con el tiempo y de forma inesperada, las siguientes generaciones de la familia han retomado la expresión, si bien con el mismo sentido, con una connotación cariñosa e identificativa de la familia. Es una expresión que une en la risa a varias generaciones intensas, diversas, alegres y valientes.
“Cuaderno de una seta”. No se me ocurre otro título mejor para este blog.
18/11/2014. / 5/09/2018
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